Hacía varias entradas que tenía abandonada la sección de las preguntas frecuentes y la verdad es que esta duda aunque pueda parecer tonta, a veces nos genera incertidumbre y no sabemos qué hacer en cada caso.
¿Qué son las agujetas?
Las mal llamadas agujetas son también conocidas como dolor muscular post esfuerzo de aparición tardía, y normal que con ese nombre tan largo, las acabemos llamando agujetas.
Se caracterizan por la aparición de un dolor más o menos intenso, horas después de haber realizado una actividad nueva o un esfuerzo más intenso del habitual. El dolor o molestia suele desencadenarse al realizar movimientos y nunca (o rara vez) en reposo.
Debido a la complejidad para poder ver qué ocurre a nivel microscópico en el músculo vivo existen diversas teorías que explican este fenómeno.
Recuerdo cuando era niña, que en el colegio se nos explicaba la teoría de que la actividad de nuestros músculos produce ácido láctico. Eso formaba al enfriarse «microcristales» en el interior de ellos y por eso sufríamos ese dolor. Nos tomábamos un vaso de agua con azúcar y tan contentos.
Sin embargo, esa teoría esta bastante alejada de la realidad (por no hablar del chute de azúcar que nos metíamos para el cuerpo) y las investigaciones cada vez apuntan más hacia otras posibles explicaciones.
Se encuentra bastante aceptado que el ejercicio provoca microrroturas en las fibras del músculo. Un tejido muscular que no está adaptado a contraerse en una determinada velocidad, fuerza y forma puede sufrir pequeñas microrroturas.
Las lesiones de tejidos blandos
Dentro de los tejidos blandos englobamos a los músculos, la fascia, los ligamentos, tendones… Ante la aparición de dolor es normal que nos cuestionemos si nos habremos «hecho daño» y debamos buscar ayuda.
Un dolor causado por lesión en los tejidos blandos suele aparecer en el momento de la lesión, por ejemplo: levanto un peso y a la tercera repetición noto un chasquido, o al torcerme el tobillo noto dolor.
El dolor puede notarse en reposo tras cesar la actividad e incluso durante la noche al dormir.
En estos casos, y si descartamos la posibilidad de que sean agujetas, es considerable acudir a un fisioterapeuta o médico para que realicen una valoración de tu caso.
Fisioterapia para las agujetas
Dicho lo anterior, ¿debo visitar al fisio si sólo se trata de agujetas? Mi respuesta es depende. La fisioterapia sirve para valorar que de verdad se traten de agujetas y no de posibles lesiones, te ayuda a disminuir la intensidad de ellas y podemos darte consejos de autocuidados. PERO OJO, no podemos hacer que desaparezcan por completo. El cuerpo tiene sus propios procesos de reparación que son necesarios, y por suerte el dolor muscular de aparición tardía no dura más allá de 7 días.
Las técnicas de masaje suave ayudan a oxigenar los tejidos, mejorar la circulación y ayudar a movilizar los deshechos del metabolismo celular. No olvidemos que nuestros músculos se componen de células que trabajan mucho y generan sus propios deshechos de ese trabajo.
Los baños de contraste, acabando en agua fría, pueden ayudar a mejorar. Y si conoces técnicas de inmersión en agua muy fría, es un intenso remedio. Aunque este última manera debe ser realizada sólo personas que saben lo que hacen ya que puede ser peligroso.
La aplicación de cremas y geles especiales para el dolor muscular o para deportistas son fantásticas y existen en el mercado de diferentes efectos, fórmulas y sensaciones. Mi consejo es que pruebes cuál va más contigo ya que en consulta veo que algunas les va mejor a unas personas y otras otro tipo de gente.
Te dejo aquí abajo un cuadro resumen de las diferencias entre agujetas para que puedas ver de manera más visual las principales diferencias.
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