El calentamiento es de vital importancia para la práctica de músicos. En los últimos años cada vez es más conocida su relevancia, pero aún muchos desconocen cómo realizar un calentamiento y preparación del cuerpo para la práctica o actuación.
Su correcta realización se ha relacionado con una reducción de los problemas musculoesqueléticos relacionados con la práctica musical. Debes saber que, de igual modo que no es lo mismo el calentamiento de un futbolista que el de un ciclista, el de un músico también va más allá de solo practicar con el instrumento.
Un adecuado calentamiento aumenta la circulación sanguínea, mejorando la nutrición y oxigenación de los nervios y tejidos blandos del cuerpo. Además, el suave estiramiento de las estructuras permite que haya un buen deslizamiento de los nervios, evitando problemas de atrapamientos nerviosos.
¿Cómo debe ser el calentamiento?
- Que aumente la temperatura y oxigenación de los tejidos para prepararnos.
- Específico. Según qué tipo de instrumento toquemos necesitaremos trabajar más en unas partes del cuerpo que en otras.
- Sin prisas, puede durar entre 10 y 15 minutos.
- Trabajo en dinámico de los estiramientos. Llevar las muñecas a un lado y a otro a lo loco y tirar de ellas hasta sentir tensión no esta cerca de ser lo más correcto. Los estiramientos deben ser suaves, controlados, involucrando grupos musculares según sus características y bajo ningún concepto dolorosos.
- Durante su realización no debes sentirte tenso/a, es más una sensación de fluir que de trabajar la fuerza o resistencia de la musculatura.
¿Cómo calentar?
Primero es importante que sepas que la única manera de preparar tus músculos y tendones, es mejorar su circulación aumentando la frecuencia cardíaca.
Por tanto debemos comenzar con ejercicios que eleven nuestro ritmo de respiración para hacer llegar la sangre a cualquier rincón. Para ello podemos comenzar trotando en el sitio, subir y bajar escaleras o dar saltos. Esto debes hacerlo hasta alcanzar un ritmo en el que notes que la respiración se acelera, comienzas a sudar un poco, o te es difícil mantener una conversación fluida.
A continuación, nos interesa movilizar y estirar sobre todo los brazos, desde el cuello hasta los dedos de la mano. No mantendremos mucho tiempo los estiramientos, si no que iremos suavemente en dirección de la sensación de estiramiento.
Esta parte depende mucho de cada caso y de qué instrumento toques, nadie conoce mejor tu cuerpo que tu mismo. Por tanto, si durante la práctica sueles notar tensión en la zona lumbar por ejemplo, debes incluir trabajo de preparación de esa zona previo a tocar. (Además por supuesto de haber hablado con tu fisio de referencia para que te asesore por qué puede estar ocurriendo esa sobrecarga 😉 )
Finalmente, con tu cuerpo perfectamente preparado, calentado y lubricado estás listo/a para realizar el calentamiento que suelas hacer con tu instrumento.
¿Alguna duda?
Así sería en lineas generales cómo debes comenzar tu práctica SIEMPRE. No le restes importancia al poder del calentamiento. Músico, tienes que comenzar por cuidar de tu cuerpo para disfrutar sin limitaciones de tu pasión.
Además de los beneficios físicos de la preparación corporal también existen beneficios mentales, nos ayuda a tomar conciencia y centrar la mente en la actividad que vamos a comenzar a desarrollar.
Si aún así tienes dudas, te invito a que contactes conmigo a través de la sección de contacto del menú de la página web o en los comentarios de este post. ¡Nos vemos!
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