Puede que como persona curiosa te hayas planteado cuál es el papel de los fisioterapeutas en todo este tema del coronavirus, o puede que como enfermo de ello te hayas planteado si es necesario que un fisioterapeuta te atienda o puede que ni siquiera te hayas planteado estas cuestiones. En cualquier caso, esa es mi función, quiero que aprendas cómo la fisioterapia puede ayudar en esta pandemia.
Antes de nada, me gustaría aclarar que este post está enfocado a dar información a usuarios no fisioterapeutas, para mis compañeros hay magníficas masterclass como la realizada por PhysioCiencia que podéis consultar haciendo click aquí.
Personas asintomáticas o con síntomas muy leves en cuarentena en casa
En estos casos estamos ante personas que pueden tener desde ningún síntoma y encontrarse perfectamente a personas que tengan cierta fiebre, dolor osteomuscular, tos y/o disnea.
Los fisioterapeutas evaluamos la capacidad y el estado físico de estos pacientes para adecuar un programa a sus necesidades. Una de las principales necesidades será evitar la pérdida de capacidades físicas como la fuerza y la resistencia ya que con ello llega la pérdida de masa muscular y los dolores osteomusculares.
Al pasar más tiempo en casa, hemos disminuido muchísimo nuestro nivel de actividad habitual (aunque unos más que otros… todavía hay algunos por ahí que no notarán mucha diferencia por su vida sedentaria habitual…) y esto nos expone a riesgos de sufrir principalmente dolor además como una disminución de nuestro rendimiento.
Se ha demostrado que el ejercicio a intensidades por debajo del 50% de nuestra frecuencia cardíaca máxima tiene un efecto inmunoprotector, es decir, hace trabajar nuestro sistema inmune (el que nos protege de los «bichitos» de fuera) de manera óptima.
Sin embargo esto no es algo que cualquiera pueda coger y ponerse a hacer sin saber, es necesario que se haga una correcta evaluación de las necesidades de los pacientes y una especial supervisión de aquellos que no están acostumbrados al ejercicio físico previamente o pueden tener alguna lesión o patología previa.
Para las personas que ya sufrían previamente alguna patología cardiorrespiratoria pueden necesitar permanecer en contacto con su fisioterapeuta especialista habitual que deberá valorar el riesgo/beneficio de llevar a cabo ciertas técnicas.
La segunda cuestión más importante de este apartado, junto con la correcta dosificación del ejercicio, es el mantenimiento de la habitación aireada para evitar el acumulo de aerosoles con virus al realizar ejercicio o simplemente permanecer en esa área.
Debido a los grandes avances de las tecnologías y su facilidad de acceso para muchas personas, es interesante potenciar las vias telemáticas como el uso de teléfonos móviles, tablets u ordenadores para hacer llegar la rehabilitación evitando riesgos de contagio.
Pacientes ingresados en el hospital
Los fisioterapeutas en esta fase trabajarán con los pacientes para contrarrestar los efectos negativos derivados de pasar largo tiempo en la cama.
Aunque esto depende bastante del funcionamiento de cada hospital, puesto que la intervención de un fisioterapeuta en estos casos puede verse alterada por muchos factores (disponibilidad de equipos de protección, disponibilidad de fisioterapeutas en planta, etc).
El COVID-19 o coronavirus cursa normalmente con una neumonía inflamatoria del tejido alveolar, esto hace que no curse con mocos (secreciones), aunque un 30% de los pacientes pudiera desarrollarlos y será trabajo del equipo de profesionales decidir si el fisioterapeuta entrenado en técnicas de drenaje bronquial puede actuar.
Pacientes en Unidad de Cuidados Intensivos
Los fisioterapeutas con experiencia de trabajo en esta área conocen perfectamente el manejo de numerosas técnicas útiles en estos pacientes.
La posición del paciente es de vital importancia para permitir una buena ventilación, así como para evitar úlceras por decúbito (heridas por presión de zonas óseas con el colchón por largo tiempo).
Se oye mucho hablar de la colocación de pacientes en decúbito prono («boca abajo«) y, aunque según las indicaciones de algunos grupos de trabajo parece ofrecer buenos resultados esto es algo que no puede ser generalizado a todos los casos y el equipo de profesionales de UCI valorará.
Es de destacar el trabajo que tiene una vez los pacientes están estables, prepararlos para minimizar los efectos de haber permanecido en UCI. Hay que hacer un gran trabajo contra la atrofia muscular y otras secuelas.
Secuelas por COVID-19
Aún es muy escasa la evidencia que nos llega acerca de las secuelas que pueden sufrir los pacientes tras pasar este virus. Estamos ante situaciones muy cambiantes y puede que lo que hoy sirve, mañana nos demos cuenta que no tiene ningún sentido o esta equivocado en parte.
Lo que está claro es que los profesionales de la salud estamos formados para valorar a cada paciente y en caso de que los pacientes desarrollen secuelas propias por coronavirus seremos capaces de poder tratarlas.
Personas sanas en cuarentena
Las personas que no padecen el virus pero deben permanecer en casa debido al estado de alarma tienen que mantenerse activos siguiendo mínimo las recomendaciones de la OMS sobre la actividad física diaria. Puedes consultar las recomendaciones de la OMS en el apartado de mi web de Recursos.
El ejercicio no solo mejorará nuestra salud física si no que mentalmente nos encontraremos muchísimo mejor tras realizarlo, merece la pena hacer el esfuerzo en aquellos días que nos cuesta más ponernos a ello.
A modo de resumen he elaborado esta infografía que pretende de manera más visual aclarar cómo es nuestro trabajo.
Os deseo todo el ánimo y fuerza del universo con esta situación.
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